Los afectados por este fármaco que provocó malformaciones a más 3.000 recién nacidos en los años 60 reclaman su indemnización aunque sea “tarde y mal”. La barbaridad de los resultados no tiene precio, pero ayuda a sobrellevarlo el que se haga justicia al fin.
Inicialmente, la talidomida fue un medicamento sin prescripción. Se vendía como la valeriana en las farmacias. Sólo cuando se empezaron a detectar las primeras sospechas se convirtió en un medicamento de prescripción médica.
La talidomida, un fármaco para combatir las náuseas de las mujeres embarazadas, fue desarrollado y comercializado sin las mínimas garantías por la farmacéutica alemana Grünenthal, causó gravísimos daños a los hijos de las mujeres que la tomaron. A causa de sus efectos, sus hijos nacieron sin un brazo, sin los dos brazos o las dos piernas y otras graves malformaciones, condenándoles a toda una vida de sufrimientos y de carencias.
La talidomida se retiró en 1961, después que los Laboratorios Grünenthal perdiesen el juicio por los efectos devastadores de su fármaco.
La Asociación de Víctimas de la Talidomida (AVITE) llevó a los tribunales a Grünenthal y un juzgado de primera instancia de Madrid falló a favor de los afectados, concediéndoles una indemnización por los daños sufridos (unos 204 millones para los 180 afectados por las malformaciones que sufrieron, 20.000 por cada punto porcentual).
Ahora la Audiencia Provincial de Madrid quita las esperanzas de los afectados por la negligencia de la farmacéutica, una gran multinacional “alemana”.
En su incomprensible sentencia le da la razón a la empresa y les retira a los afectados las justas indemnizaciones que ya habían conseguido. Por lo visto, dice la sentencia que, el hecho ha prescrito, pero para los afectados no ha prescrito nada, ellos siguen sin sus piernas y sin sus brazos y las malformaciones no han desaparecido en ninguno de ellos.
Cómo es posible que puedan prescribir las responsabilidades de los causantes del daño mientras persisten sus trágicas consecuencias?
La farmacéutica ha pagado casi 600 millones de euros en indemnizaciones en Alemania como responsable del “desastre” de la talidomida, mientras que España es el país peor tratado del mundo porque los afectados no han recibido compensaciones por los daños causados. La talidomida se siguió vendiendo en España cuando se había retirado en Alemania sin que la farmacéutica hiciera nada para transmitirle a la sociedad que era "veneno".
Demostrándose algo gravísimo y es que se siguió vendiendo talidomida una vez que se sabía que causaba malformaciones.
Justo es, que si con las víctimas alemanas en su día se llegó a un acuerdo, que las víctimas españolas quieran que se les trate de igual manera que a las alemanas, o acaso las víctimas alemanas, por el hecho de ser alemanas, son más "víctimas" que las españolas.
Una vez más aquí, como casi siempre, los débiles se ven privados de la justicia y de sus derechos.
Sin embrago, en otros países los tribunales no han encontrado prescripción alguna y los afectados por la talidomida han recibido las indemnizaciones que reclamaban.
Increíble la demora de este caso e indescriptible la actitud de todos los gobiernos españoles que lo han dejado de lado por la presión inconcebible de Alemania. Una vez más los teutones imponen sus reglas.
Otros países afectados:
En otros países donde la talidomida ha dejado estragos y muchas víctimas los gobiernos han implementado medidas de apoyo a estos enfermos. Por ejemplo en Alemania, la cuna de la fabricación del principio activo de la talidomida y donde cuenta con el mayor número de afectados, el gobierno creo la Fundación Hilfwer Für Benhinderte Kinderpara para dar apoyo económico, social y psicológico. Al margen de esta iniciativa el gobierno alemán deposito un fondo de 100 millones de marcos alemanes y otros 100 millones los aportó el laboratorio causante. En otros países como Reino Unido, Suecia o Canadá existen asociaciones, campañas informativas y ayudadas económicas para estas víctimas. En definitiva en todos estos países, sus gobiernos y sus autoridades sanitarias, intentan velar por una buena calidad de vida y bienestar social de estas víctimas. Sólo en Italia y España las víctimas no reciben nada.
Datos de la talidomida:
•El principio activo se vendió en 50 países con 80 nombres comerciales.
•El mayor número de afectados fue en Alemania donde se estima en cerca de 3.000 víctimas.
•En España fue comercializada con 7 marcas.
•En la mayoría de los países europeos fue prohibida su venta en 1961.
•En España se retiró en 1963.
Inicialmente, la talidomida fue un medicamento sin prescripción. Se vendía como la valeriana en las farmacias. Sólo cuando se empezaron a detectar las primeras sospechas se convirtió en un medicamento de prescripción médica.
La talidomida, un fármaco para combatir las náuseas de las mujeres embarazadas, fue desarrollado y comercializado sin las mínimas garantías por la farmacéutica alemana Grünenthal, causó gravísimos daños a los hijos de las mujeres que la tomaron. A causa de sus efectos, sus hijos nacieron sin un brazo, sin los dos brazos o las dos piernas y otras graves malformaciones, condenándoles a toda una vida de sufrimientos y de carencias.
La talidomida se retiró en 1961, después que los Laboratorios Grünenthal perdiesen el juicio por los efectos devastadores de su fármaco.
La Asociación de Víctimas de la Talidomida (AVITE) llevó a los tribunales a Grünenthal y un juzgado de primera instancia de Madrid falló a favor de los afectados, concediéndoles una indemnización por los daños sufridos (unos 204 millones para los 180 afectados por las malformaciones que sufrieron, 20.000 por cada punto porcentual).
Ahora la Audiencia Provincial de Madrid quita las esperanzas de los afectados por la negligencia de la farmacéutica, una gran multinacional “alemana”.
En su incomprensible sentencia le da la razón a la empresa y les retira a los afectados las justas indemnizaciones que ya habían conseguido. Por lo visto, dice la sentencia que, el hecho ha prescrito, pero para los afectados no ha prescrito nada, ellos siguen sin sus piernas y sin sus brazos y las malformaciones no han desaparecido en ninguno de ellos.
Cómo es posible que puedan prescribir las responsabilidades de los causantes del daño mientras persisten sus trágicas consecuencias?
La farmacéutica ha pagado casi 600 millones de euros en indemnizaciones en Alemania como responsable del “desastre” de la talidomida, mientras que España es el país peor tratado del mundo porque los afectados no han recibido compensaciones por los daños causados. La talidomida se siguió vendiendo en España cuando se había retirado en Alemania sin que la farmacéutica hiciera nada para transmitirle a la sociedad que era "veneno".
Demostrándose algo gravísimo y es que se siguió vendiendo talidomida una vez que se sabía que causaba malformaciones.
Justo es, que si con las víctimas alemanas en su día se llegó a un acuerdo, que las víctimas españolas quieran que se les trate de igual manera que a las alemanas, o acaso las víctimas alemanas, por el hecho de ser alemanas, son más "víctimas" que las españolas.
Una vez más aquí, como casi siempre, los débiles se ven privados de la justicia y de sus derechos.
Sin embrago, en otros países los tribunales no han encontrado prescripción alguna y los afectados por la talidomida han recibido las indemnizaciones que reclamaban.
Increíble la demora de este caso e indescriptible la actitud de todos los gobiernos españoles que lo han dejado de lado por la presión inconcebible de Alemania. Una vez más los teutones imponen sus reglas.
Otros países afectados:
En otros países donde la talidomida ha dejado estragos y muchas víctimas los gobiernos han implementado medidas de apoyo a estos enfermos. Por ejemplo en Alemania, la cuna de la fabricación del principio activo de la talidomida y donde cuenta con el mayor número de afectados, el gobierno creo la Fundación Hilfwer Für Benhinderte Kinderpara para dar apoyo económico, social y psicológico. Al margen de esta iniciativa el gobierno alemán deposito un fondo de 100 millones de marcos alemanes y otros 100 millones los aportó el laboratorio causante. En otros países como Reino Unido, Suecia o Canadá existen asociaciones, campañas informativas y ayudadas económicas para estas víctimas. En definitiva en todos estos países, sus gobiernos y sus autoridades sanitarias, intentan velar por una buena calidad de vida y bienestar social de estas víctimas. Sólo en Italia y España las víctimas no reciben nada.
Datos de la talidomida:
•El principio activo se vendió en 50 países con 80 nombres comerciales.
•El mayor número de afectados fue en Alemania donde se estima en cerca de 3.000 víctimas.
•En España fue comercializada con 7 marcas.
•En la mayoría de los países europeos fue prohibida su venta en 1961.
•En España se retiró en 1963.
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