martes, 11 de febrero de 2014

Telegram, el nuevo WhatsApp

Telegram la nueva alternativa a WhatsApp, 100% gratis más versión PC, es el último servicio de mensajería instantánea recién llegado, el nuevo rival del todopoderoso WhatsApp, al que quiere “matar” y que actualmente alberga a 430 millones de usuarios en todo el mundo. ¿Cuál es mejor?
Telegram es una plataforma de código abierto que llega con más funcionalidades, mejora el rendimiento y dispone de un fuerte sistema de seguridad.
La aplicación que está disponible para su descarga gratuita para las plataformas iOS y Android, es simple, rápida, segura, gratuita y está en español, en un día ha conseguido 150.000 usuarios en España.
Telegram no es nuevo y lleva desde agosto circulando por ahí, pero ha sido en las últimas semanas cuando ha experimentado una súbita popularidad en España, con más y más usuarios instalándoselo y comenzando a usarlo.
Basta con introducir un código que se recibe en un “sms” en el número de teléfono con el que se usa Telegram para comenzar a chatear en cualquier dispositivo.
La compañía presume de haber creado “la app más rápida en el mercado”, justificada tal cosa porque utilizan centros de datos posicionados en varios países para conectar al servidor más cercano posible.
Además de estas características, ofrece la posibilidad de enviar mensajes con fecha de caducidad, al estilo de Snapchat. Esa opción de chats privados garantiza la máxima privacidad con “cifrado extremo”.
Permite chats en grupo de hasta 200 personas (a diferencia de WhatsApp que ofrece hasta 50) y ofrece la posibilidad de enviar material audiovisual de hasta 1 Gb.
Todos los mensajes están en la nube, por lo que pueden acceder fácilmente desde cualquiera de sus dispositivos. Para ello, Telegram cuenta con una fuerte encriptación, almacenamiento ilimitado y gratuito.
Entre otras ventajas, se puede utilizar en varios dispositivos al mismo tiempo y se sincroniza entre todos.
Detrás de esta nueva aplicación, está el multimillonario ruso Pavel Durov (considerado el “Zuckerberg” ruso), cofundador junto con su hermano NiKolai de una de las redes sociales más grandes del mundo “VKontakte”, y que se encarga de poner cara a la “app”.

Seguridad:
A diferencia de WhatsApp, en la que se acumulan numerosos problemas de seguridad altamente conocidos (el sistema de cifrado adolece de fallos, posibilidad de que “hackers” intercepten los mensajes fácilmente, posibilidad de robar la cuenta de un usuario por la fuerza por un fallo en su estructura, constantes caídas…), esta nueva “app” pone el foco en la seguridad. De hecho, se presenta con el lema de “recuperando nuestro derecho a la privacidad” y en la compañía están tan seguros de su efectividad que han ofrecido 200.000 dólares a quién sea capaz de descubrir alguna vulnerabilidad.
Por si fuera poco, otra de las bazas de Telegram es su gran rapidez para procesar todos los mensajes y envíos de documentos, conseguido gracias a que sus centros de servidores están descentralizados y distribuidos por todo el mundo, conectándose los usuarios al más cercano, en función de la localización.
Aseguran que es la aplicación de mensajería más rápida jamás vista.
Chats temporales y secretos:
Ambas aplicaciones permiten el intercambio de mensajes, pero Telegram aúna un concepto que ha cautivado a los usuarios y que ha puesto de moda Snapchat, y es la posibilidad de enviar mensajes que se autodestruyen en un tiempo determinado (desde dos segundos, un minuto hasta un mes). Se accede mediante la función “New secret chat” y, contempla un alto y potente nivel de encriptación para evitar ser detectado.

Gratuita y libre:
Estéticamente, Telegram recuerda a WhatsApp. En este caso, el icono del “tic” advierte de que el mensaje se ha enviado y el “doble-tic” avisa de que el usuario lo ha leído. Otra de las diferencias es el pago por el uso del servicio. Mientras Telegram es gratuita y libre (la empresa desarrolladora asegura que jamás introducirán publicidad ni costará dinero), el uso de WhatsApp contempla un pago de 0.89 céntimos al año.

Chats en grupos más numeroso:
Esta alternativa permite chats en grupos más grandes, de hasta 200 miembros, al contrario que WhatsApp que solo ofrece la posibilidad de aceptar a 50 usuarios.
En los grupos todos los participantes podrán añadir miembros en cualquier momento y además se muestra en directo cuántos de sus integrantes están en línea (o lo que es lo mismo, quién está usando Telegram en ese momento), así como la información de la última vez que se conectó.
También se puede enviar archivos todo tipo de formatos, incluso libros electrónicos (no solo foto, audio y vídeo como en WhatsApp) almacenados en la nube de hasta 1 Gb, también con la posibilidad de enviar varios documentos al mismo tiempo.
Todo vale. Además, en la versión de escritorio bastará con arrastrar y soltar los archivos sobre la conversación para compartirlos.

Multidispositivo:
Telegram es multiplataforma y está disponible tanto para dispositivos iOS y Android como para PC (Windows, OS X). Entre otras ventajas, se puede utilizar en varios dispositivos al mismo tiempo no solo en teléfonos inteligentes como WhatsApp y se sincroniza entre todos, algo que no permite éste último.
Las conversaciones de Telegram se almacenan en “la nube”, por lo que el usuario puede iniciar un chat en el trabajo desde su ordenador, continuarlo por el móvil de camino a casa y acabarlo desde el sofá utilizando su ‘tablet’.
Al igual que WhatsApp, utiliza nuestro número de teléfono para identificarnos y también nos pide permiso para acceder a los contactos.
Software libre:
Otra de las ventajas es que el software es libre, es decir, la “app” permite acceder directamente a su código fuente, modificarlo y redistribuir esta modificación para poder ampliar sus funcionalidades y mejorar la plataforma gracias al apoyo de la comunidad.
Sin ánimo de lucro:
Y por último, Telegram es un producto sin ánimo de lucro, aunque suene un poco extraño.
¿Modelo de negocio? No existe porque, sobre el papel, nadie piensa ganar un solo euro con él. Que un exitoso empresario artífice de la red social en Rusia con mayor difusión se embarque en un proyecto tan altruista puede despertar suspicacias. ¿Cómo se mantienen los gastos?
Sin embargo, esto es exactamente lo que sostienen en la web del producto.


En principio, el sentido común aconsejaría dejar cualquier otra opción y abrazar este nuevo modo de comunicarse sin dudarlo, sin embargo, Telegram tiene un gran “pero” que se podría resumir en una sencilla frase: “no es WhatsApp”.
A pesar de que muchos pusieron el grito en el cielo al tener que pagar, lo cierto es que WhatsApp tiene el poder.
Fue de los primeros en llegar y el que antes se popularizó. Tal es su éxito que se ha instaurado en nuestro lenguaje habitual y ya no mandamos mensajes, sino que “guasapeamos”.
Debido a la estandarización lograda por WhatsApp la firma ha logrado blindar su proyecto gracias a la masificación conseguida. El viejo león seguirá rugiendo en solitario y Telegram quedará como un producto de nicho?
Pese a ser objetivamente mejor en muchos aspectos, Telegram lo tiene muy difícil, y solo el tiempo y los usuarios dirán si logra destronar al rey de la mensajería.
 

 

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