El pasado mes de agosto cuando se cumplen 35 años desde el lanzamiento de la primera de las dos sondas estadounidenses Voyager, aún se mantienen operativas y gozando de buena salud alejándose del Sol y acercándose al “infinito”, llegando casi a los confines del Sistema Solar.
La sonda Voyager 1, fue lanzada el 5 de septiembre de 1977, y según la NASA, no se puede calcular cuándo será el momento exacto en que abandonará el Sistema Solar y cruce la heliopausa (límite teórico que señala en fin de la influencia del Sol, donde desaparece el viento solar y comienza el medio interestelar), no está tan cerca..., como consideraban los científicos.
Cuando eso suceda, se convertirá en la primera nave espacial lanzada desde la Tierra en salir de la burbuja.
La Voyager 1 está ahora en la heliofunda (la región anterior a la heliopausa), donde el viento solar disminuye y se empiezan a manifestar los efectos del medio interestelar. En esta zona de transición es en la que se supone que el plasma solar se desvía de su trayectoria radial a otra meridional.
Desde 2011, la sonda Voyager 1 se fue reorientando periódicamente para medir este flujo norte-sur, y los resultados muestran que no existe viento meridional significativo. Los nuevos datos indican que, al contrario de lo que se pensaba, la sonda no está tan cerca de cruzar la frontera del Sistema Solar.
Por lo que nuestro conocimiento de los límites del Sistema Solar debería ser reconsiderado, quizá sea necesaria una nueva formulación teórica de la interacción del viento solar con el medio interestelar.
35 años de historia
Fue lanzada en 1977 para visitar Júpiter y Saturno pero en 1981 la NASA decidió que podría viajar en busca de los límites del Sistema Solar.
Fue la primera sonda que proporcionó imágenes detalladas de las lunas de esos planetas.
La Voyager 1 permitió determinar que la Gran Mancha Roja de Júpiter es un gran remolino de viento.
La sonda ha recogido datos que cuestionan algunas de las teorías existentes sobre los límites del Sistema Solar.
Ya ha superado los 18.000 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, se necesitan 17 horas para que la señal que envía alcance los controles de la agencia espacial y se prepara para salir del sistema solar y alcanzar el infinito.
Actualmente se encuentra a casi 120 unidades astronómicas del Sol (UA), una unidad astronómica equivale a la distancia entre la Tierra y el Sol, unos 150 millones de kilómetros.
La sonda fue lanzada como parte de la misión interestelar Voyager, junto con su gemela la Voyager 2, lanzada un mes antes, que ha tenido una trayectoria más lenta y ha descubierto características hasta entonces desconocidas sobre Urano y Neptuno.
Inicialmente, la misión de estas dos sondas era la exploración de Júpiter y Saturno, y después de diversos descubrimientos en estos planetas, el proyecto se prorrogó.
En estos momentos las dos continúan en su viaje para conocer mejor las fronteras del Sistema Solar.
Nuevos datos sobre el Sistema Solar
El Sistema Solar está “envuelto” en una burbuja de viento solar conocida como heliosfera. A medida que uno se va a alejando del Sol, las partículas cargadas que forman el recorrido del viento solar pierden fuerza.
El límite donde el viento solar disminuye se llama el “choque de terminación” y la línea donde se detiene por completo y comienzan los gases que rodean el espacio interestelar es la ya citada heliopausa.
Los científicos pensaban que el viento solar en la heliopausa se desaceleraba y luego cambiaba de dirección hacia el exterior en un flujo ascendente. En cambio, la sonda determinó que el viento solar en dicha zona es lento y luego se detiene por completo.
Una y otra vez, la Voyager nos enseñó que el Sistema Solar era más diverso de lo que imaginábamos.
Lanzamiento
La Voyager 2 fue lanzada el 20 de agosto de 1977 desde Cabo Cañaveral, Florida, a bordo de un cohete Titan-Centaur. A pesar de ser lanzada un mes antes que su gemela, ha tenido una trayectoria más lenta y voló pasado Urano en 1986, mientras que a Neptuno se acercó en 1989. Esta nave sorprendió a los astrónomos al descubrir que los polos magnéticos de Urano se encontraban cerca de su ecuador.
El 5 de septiembre fue lanzada la Voyager 1, también desde Cabo Cañaveral y a bordo de un cohete Titan-Centaur.
Tour planetario
Entre ambas, Voyager 1 y 2, exploraron todos los planetas gigantes del Sistema Solar exterior: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, 48 de sus lunas, y los sistemas de anillos y campos magnéticos que aquellos planetas poseen.
La aproximación más cercana a Júpiter ocurrió el 5 de marzo de 1979 para Voyager 1 y el 9 de julio de 1979 para Voyager 2.
La aproximación más cercana a Saturno ocurrió el 12 de noviembre de 1980 para Voyager 1 y el 25 de agosto de 1981 para Voyager 2.
La aproximación más cercana a Urano ocurrió el 24 de enero de 1986 para Voyager 2.
La aproximación más cercana a Neptuno ocurrió el 25 de agosto de 1989 para Voyager 2.
La nave espacial más lejana
Las sondas Voyager serán la tercera y cuarta nave espacial que vuelan más allá de los planetas del Sistema Solar. Las Pioneer 10 y 11 precedieron a las Voyager en la superación de la atracción gravitatoria del Sol, pero el 17 de febrero de 1998, Voyager 1 pasó a la Pioneer 10 para convertirse en el objeto de fabricación humana más lejano en el espacio.
La operación más prolongada
Voyager 2 se convirtió el 13 de agosto de 2012 en la nave espacial que ha operado más tiempo, sobrepasando a la Pioneer 6, que fue lanzada el 16 de diciembre de 1965 y envió su última señal a la Red de Espacio Profundo de la NASA el 8 de diciembre de 2000. (Operó durante 12.758 días.)
El Disco dorado
Ambas naves Voyager llevan un saludo para cualquier forma de vida que las encontrase y que presenta a la población del planeta Tierra. El mensaje es transportado por un disco fonográfico, conocido como el “Disco dorado” que se trata de un disco de cobre con un baño de oro de 30 centímetros de diámetro, que contiene sonidos e imágenes seleccionadas para retratar la diversidad de la vida y cultura en la Tierra. Los contenidos del disco fueron seleccionados por un comité presidido por Carl Sagan de la Universidad Cornell, para la NASA. El Dr. Sagan y su equipo escogieron 115 imágenes y una variedad de sonidos naturales. Para esto, añadieron selecciones musicales de diferentes culturas y épocas, y saludos de la gente de la Tierra en cincuenta y cinco lenguajes.
Quizá un día cuenten la historia de la humanidad y de nuestro mundo a los extraterrestres.
Estado actual
A marzo de 2012, Voyager 1 se encontraba a una distancia de 17.900 millones de kilómetros (119,9 UA) del Sol.
Voyager 2 estaba a una distancia de 14.700 millones de kilómetros (98,3 UA).
Voyager 1 se aleja del Sistema Solar a una velocidad aproximada de 3,6 UA por año; Voyager 2, a aproximadamente 3,3 UA por año.
Actualmente hay cinco equipos de investigación científica participando en la Misión Interestelar.
1. Investigación del campo magnético
2. Investigación de las partículas cargadas de baja energía
3. Investigación de rayos cósmicos
4. Investigación de plasma (sólo Voyager 2)
5. Investigación de ondas de plasma
Cinco instrumentos a bordo de las Voyager apoyan directamente las cinco investigaciones científicas.
1. Instrumento de campo magnético (MAG)
2. Instrumento de partículas cargadas de baja energía (LECP)
3. Instrumento de rayos cósmicos (CRS)
4. Instrumento de plasma (PLS)
5. Instrumento de ondas de plasma (PWS)
En la Voyager 1 hay un instrumento más recolectando datos, pero no hay una investigación científica oficial asociada con él: Subsistema de espectrómetro ultravioleta (UVS).
Frente de choque de terminación
La Voyager 1 cruzó el frente de choque de terminación en diciembre de 2004 a aproximadamente 94 UA del Sol, mientras que Voyager 2 lo cruzó en agosto de 2007 a unas 84 UA. Actualmente, ambas sondas se encuentran explorando la heliofunda.
La heliopausa
Aunque la ubicación exacta de la heliopausa (punto en que el viento solar se une al medio interestelar, límite de la heliosfera) es desconocida, se ha estimado que las Voyager podrían alcanzar esta entrada al espacio interestelar 10 años después de cruzar el frente de choque de terminación.
Las dos sondas espaciales tendrán suficiente energía como para continuar la recolección de datos y las transmisiones a la Tierra hasta el año 2020 y posiblemente hasta 2025.
Reciben su energía a través de tres generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG), que convierten el calor de la desintegración radiactiva del plutonio en electricidad, en lugar de los paneles solares utilizados en otras muchas sondas para viajes interplanetarios, ya que viajan muy alejadas del Sol..
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