Ruge Barcelona, con el sonido Harley
Cerca de 21.000 "riders" europeos participaron en uno de los mayores encuentros moteros de todo el continente, el Barcelona Harley Days, el nombre, en efecto, lo dice todo.
Organizado por la Harley Owners Group (H.O.G), la organización de motoristas más grande del mundo, con más de un millón de socios, que está presente en 119 países y está integrado por H.O.G. Chapters y los clubes locales de propietarios de Harley-Davidson vinculados a los concesionarios oficiales, han vuelto a elegir a Barcelona por cuarta vez consecutiva como escaparate mundial de estas motos.
Ruge Barcelona, con el sonido inconfundible (y patentado) de Harley-Davidson, una marca que para muchos representa una filosofía y un estilo de vida.
Esto fue la madre de todas las fiestas moteras, sin duda, la concentración de Harley-Davidson más carismática, atractiva y representativa para los propietarios de una Harley y se ha convertido en un referente internacional cuyo formato están adoptando otras ciudades del mundo.
Así, entre las muchas actividades gratuitas, el Barcelona Harleys Days ofreció este año la oportunidad de descubrir el último grito en motos retro-modernas de hoy, como la increíble sportster seventy two, uno de los últimos modelos de Harley con una estética similar a las motos californianas de los años setenta.
Dedicó una jornada a Elvis Presley, se pudieron ver tres modelos únicos: la H-D 21 J de 1921, la H-D WL de 1946 y la FL Hydraglide de 1954 en su edición 50 aniversario.
La H-D 21 J es una de las motos más grandes que han salido de la factoría de Milwaukee y se fabricó para su uso en la guerra de Estados Unidos contra la revolución mexicana del general Zapata. Su hermana mayor de la II Guerra Mundial vendría a ser la H-D WL, pensada para el ejército americano. En sus inicios, Harley-Davidson estaba muy enfocada al sector militar, en la Gran Guerra la mitad de la producción de motocicletas se vendía al ejército y en la II Guerra Mundial, se produjeron 90.000 WLA.
Los motores (de alta fiabilidad durante la contienda) también llegaron España: la Harley-Davidson FL Haydraglide que perteneció a la escolta de Franco.
Otra carpa acogió una exposición de depósitos Harley-Davidson customizados que proceden de profesionales de los concesionarios y de alumnos de las seis escuelas de diseño oficiales participantes en el primer concurso nacional "Art of Custom. Creativity to ride”, concurso Harley-Davidson para jóvenes diseñadores.
La cita de este año ha incluido también las actividades de más éxito de ediciones anteriores, como las pruebas gratuitas de motos "Demo Rides", las rutas guiadas y los simuladores "Me on a Harley" para sentir la sensación de conducir una Harley sin moverse del sitio.
También se pudieron ver motos históricas de la II Guerra Mundial.
El plato fuerte, sin embargo, llegó el domingo por la mañana, cuando todas las Harley-Davidson concentradas en la ciudad se juntaron en la "Flat Parade" el gran desfile de banderas, ruidosa y colorista caravana motera que recorrió 13 kilómetros de la capital, ondeando las banderas protocolarias de la enseña norteamericana y de los clubes locales (H.O.G. Chapters) de países de todo el mundo, desde Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña, hasta Holanda, Noruega, Finlandia y Rusia, el mayor acontecimiento urbano en el continente de la mítica firma americana.
La Plaza España se convirtió en un gran parking al aire libre para las miles de motos durante los tres días del Barcelona Harley Days.
Cerca de 21.000 "riders" europeos participaron en uno de los mayores encuentros moteros de todo el continente, el Barcelona Harley Days, el nombre, en efecto, lo dice todo.
Organizado por la Harley Owners Group (H.O.G), la organización de motoristas más grande del mundo, con más de un millón de socios, que está presente en 119 países y está integrado por H.O.G. Chapters y los clubes locales de propietarios de Harley-Davidson vinculados a los concesionarios oficiales, han vuelto a elegir a Barcelona por cuarta vez consecutiva como escaparate mundial de estas motos.
Ruge Barcelona, con el sonido inconfundible (y patentado) de Harley-Davidson, una marca que para muchos representa una filosofía y un estilo de vida.
Esto fue la madre de todas las fiestas moteras, sin duda, la concentración de Harley-Davidson más carismática, atractiva y representativa para los propietarios de una Harley y se ha convertido en un referente internacional cuyo formato están adoptando otras ciudades del mundo.
Así, entre las muchas actividades gratuitas, el Barcelona Harleys Days ofreció este año la oportunidad de descubrir el último grito en motos retro-modernas de hoy, como la increíble sportster seventy two, uno de los últimos modelos de Harley con una estética similar a las motos californianas de los años setenta.
Dedicó una jornada a Elvis Presley, se pudieron ver tres modelos únicos: la H-D 21 J de 1921, la H-D WL de 1946 y la FL Hydraglide de 1954 en su edición 50 aniversario.
La H-D 21 J es una de las motos más grandes que han salido de la factoría de Milwaukee y se fabricó para su uso en la guerra de Estados Unidos contra la revolución mexicana del general Zapata. Su hermana mayor de la II Guerra Mundial vendría a ser la H-D WL, pensada para el ejército americano. En sus inicios, Harley-Davidson estaba muy enfocada al sector militar, en la Gran Guerra la mitad de la producción de motocicletas se vendía al ejército y en la II Guerra Mundial, se produjeron 90.000 WLA.
Los motores (de alta fiabilidad durante la contienda) también llegaron España: la Harley-Davidson FL Haydraglide que perteneció a la escolta de Franco.
Otra carpa acogió una exposición de depósitos Harley-Davidson customizados que proceden de profesionales de los concesionarios y de alumnos de las seis escuelas de diseño oficiales participantes en el primer concurso nacional "Art of Custom. Creativity to ride”, concurso Harley-Davidson para jóvenes diseñadores.
La cita de este año ha incluido también las actividades de más éxito de ediciones anteriores, como las pruebas gratuitas de motos "Demo Rides", las rutas guiadas y los simuladores "Me on a Harley" para sentir la sensación de conducir una Harley sin moverse del sitio.
También se pudieron ver motos históricas de la II Guerra Mundial.
El plato fuerte, sin embargo, llegó el domingo por la mañana, cuando todas las Harley-Davidson concentradas en la ciudad se juntaron en la "Flat Parade" el gran desfile de banderas, ruidosa y colorista caravana motera que recorrió 13 kilómetros de la capital, ondeando las banderas protocolarias de la enseña norteamericana y de los clubes locales (H.O.G. Chapters) de países de todo el mundo, desde Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña, hasta Holanda, Noruega, Finlandia y Rusia, el mayor acontecimiento urbano en el continente de la mítica firma americana.
La Plaza España se convirtió en un gran parking al aire libre para las miles de motos durante los tres días del Barcelona Harley Days.
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