Género: Drama, Comedia
País: Estados Unidos
Dirección: Alexander Payne
Año: 2011
Intérpretes: George Clooney, Shailene Woodley, Beau Bridges, Robert Forster, Judy Greer, Matthew Lillard, Michael Ontkean, Rob Huebel, Mary Birdsong, Sonya Balmores, Scott Michael Morgan, Nick Krause, Matt Corboy, Milt Kogan, Amara Miller
Sinopsis:
Adaptación de la primera novela de Kaui Hart Hemmings, dirigida por Alexander Payne, un maestro en el difícil arte de lograr encontrar el perfecto equilibrio entre drama y comedia. creador de películas como son Election (1 nominación a los Oscar), A propósito de Schmidt (2 nominaciones a los Oscar) y Entre copas (5 nominaciones a los Oscar).
Como absoluto protagonista encontramos a un George Clooney y entre los secundarios, además, a un Beau Bridges al que, últimamente, solo se podía encontrar en televisión o en productos del calibre de Liberad a Willy 4: Aventura en Sudáfrica.
Nos encontramos frente a uno de esos dramas que no lo parecen ya que sus tramas transcurren ambientadas en Hawai, con un protagonista acaudalado, que tiene que hacer frente a su dolor ataviado con bermudas, chanclas y camisas floreadas.
Habla de un viaje interior hacia un lugar donde uno se reencuentra consigo mismo. Puede parecer complicado pero todos nos enfrentaremos antes o después a situaciones similares.
La historia está centrada en un hombre que tras la muerte de su mujer, descubre que le fue infiel; el viudo irá en busca del amante acompañado por sus hijas mientras trata de recuperar la relación con ellas.
El personaje principal responde al tipo de personaje característico de anteriores películas de Alexander Payne, un individuo imperfecto que busca su lugar en un mundo enloquecido, con sus agridulces emociones y sorpresas; no es ni un héroe ni tampoco un antihéroe.
La película Los descendientes se desarrolla en Hawái y sigue el imprevisible viaje que emprende una familia norteamericana en un momento crítico.
Matt King (George Clooney), casado y padre de dos niñas, se ve obligado a reconsiderar su pasado y a encauzar su futuro cuando su mujer sufre un terrible accidente de barco en Waikiki y queda en coma. Matt intenta torpemente recomponer la relación con sus hijas, la precoz Scottie, de 10 años (Amara Miller), que tiene ciertos problemas de actitud en la escuela, y la rebelde Alexandra, de 17 (Shailene Woodley), que está en plena edad del pavo, y que el accidente de su madre no ha hecho más que acentuar sus comportamientos.
Al mismo tiempo debe enfrentarse a la difícil decisión de vender las tierras de la familia. Herencia de la unión entre la realeza hawaiana y los misioneros, los King poseen algunas de las últimas zonas vírgenes de playa tropical de las islas, de un valor incalculable, y una gran compañía constructora está muy interesada en echarle el guante y junto con el resto de sus primos deberá tomar una importante decisión, mientras su esposa se debate entre la vida y la muerte en el hospital.
Cuando Alexandra suelta la bomba de que su madre tenía una aventura amorosa en el momento del accidente, Matt tiene que empezar a mirar con ojos nuevos toda su vida, por no hablar de su herencia, durante una semana plena de cruciales decisiones. Con sus hijas a cuestas, Matt se embarca en la azarosa búsqueda del amante de su mujer. A lo largo del camino, donde se van alternando encuentros divertidos, conflictivos y trascendentales, Matt comprende que por fin se halla en la buena dirección para reconstruir su vida y su familia.
Como absoluto protagonista encontramos a un George Clooney y entre los secundarios, además, a un Beau Bridges al que, últimamente, solo se podía encontrar en televisión o en productos del calibre de Liberad a Willy 4: Aventura en Sudáfrica.
Nos encontramos frente a uno de esos dramas que no lo parecen ya que sus tramas transcurren ambientadas en Hawai, con un protagonista acaudalado, que tiene que hacer frente a su dolor ataviado con bermudas, chanclas y camisas floreadas.
Habla de un viaje interior hacia un lugar donde uno se reencuentra consigo mismo. Puede parecer complicado pero todos nos enfrentaremos antes o después a situaciones similares.
La historia está centrada en un hombre que tras la muerte de su mujer, descubre que le fue infiel; el viudo irá en busca del amante acompañado por sus hijas mientras trata de recuperar la relación con ellas.
El personaje principal responde al tipo de personaje característico de anteriores películas de Alexander Payne, un individuo imperfecto que busca su lugar en un mundo enloquecido, con sus agridulces emociones y sorpresas; no es ni un héroe ni tampoco un antihéroe.
La película Los descendientes se desarrolla en Hawái y sigue el imprevisible viaje que emprende una familia norteamericana en un momento crítico.
Matt King (George Clooney), casado y padre de dos niñas, se ve obligado a reconsiderar su pasado y a encauzar su futuro cuando su mujer sufre un terrible accidente de barco en Waikiki y queda en coma. Matt intenta torpemente recomponer la relación con sus hijas, la precoz Scottie, de 10 años (Amara Miller), que tiene ciertos problemas de actitud en la escuela, y la rebelde Alexandra, de 17 (Shailene Woodley), que está en plena edad del pavo, y que el accidente de su madre no ha hecho más que acentuar sus comportamientos.
Al mismo tiempo debe enfrentarse a la difícil decisión de vender las tierras de la familia. Herencia de la unión entre la realeza hawaiana y los misioneros, los King poseen algunas de las últimas zonas vírgenes de playa tropical de las islas, de un valor incalculable, y una gran compañía constructora está muy interesada en echarle el guante y junto con el resto de sus primos deberá tomar una importante decisión, mientras su esposa se debate entre la vida y la muerte en el hospital.
Cuando Alexandra suelta la bomba de que su madre tenía una aventura amorosa en el momento del accidente, Matt tiene que empezar a mirar con ojos nuevos toda su vida, por no hablar de su herencia, durante una semana plena de cruciales decisiones. Con sus hijas a cuestas, Matt se embarca en la azarosa búsqueda del amante de su mujer. A lo largo del camino, donde se van alternando encuentros divertidos, conflictivos y trascendentales, Matt comprende que por fin se halla en la buena dirección para reconstruir su vida y su familia.
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