miércoles, 21 de marzo de 2012

El corazón tiene cerebro

Annie Marquier, tiene 72 años y sigue siendo joven. Nacío en Toulouse y vive en Canadá. Estudió la carrera de Matemáticas y piano. Se trata de una persona que lleva consigo un potencial extraordinario de conciencia, inteligencia, sabiduría y amor.
“La Vanguardia" publicó un interesantísimo artículo y entrevista a esta investigadora de la conciencia en la que afirma que las ondas cerebrales se sincronizan con las variaciones del ritmo cardíaco, es decir: que el corazón arrastra a la cabeza. La conclusión es que el amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente.
En su última obra determina que el corazón contiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo.
Gracias a esos circuitos tan elaborados, parece que el corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro, y que puede aprender, recordar e incluso percibir. Existen cuatro tipos de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro de la cabeza.
Lo relevante desde el punto de vista de la autora es que el corazón puede influir en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones. “Es el corazón el que produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como hormona del amor”.
Afirma la científica, "el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Y se ha observado que cambia en función del estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico".
El circuito del cerebro del corazón es el primero en tratar la información que después pasa por el cerebro de la cabeza.
Hay dos clases de variación de la frecuencia cardíaca: una es armoniosa, de ondas amplias y regulares, y toma esa forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y generosos. La otra es desordenada, con ondas incoherentes.
Pero hay más: las ondas cerebrales se sincronizan con estas variaciones del ritmo cardíaco; es decir, que el corazón arrastra a la cabeza. La conclusión es que el amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente.
Así que, el cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad.
Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.
Hay muchos libros que tienen la capacidad de transformar, los escritos por Annie Marquier, sin duda. A través de sus páginas nos invita a recorrer las diferentes fases de la posible transformación del ser humano. Parece que la autora ha pactado sus palabras con el universo, el que se encarga de poner en práctica lo que vamos leyendo. Así, mientras buceamos en el funcionamiento del inconsciente, vamos descubriendo poco a poco las sutilezas de nuestro propio ego.
Sus tres libros escritos, son: "El poder de elegir", "La libertad de ser" y "El maestro del corazón".

 Ver la entrevista entera en: La Vanguardia

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