miércoles, 4 de abril de 2012

Titanic: 100 años después

A 3.800 metros de profundidad en el Océano Atlántico yacen los restos del “Titanic”. Los encontraron en 1985 los oceanógrafos Robert Ballard y Jean-Louis Michel, que utilizaron el robot submarino 'Argo' para fotografiar el transatlántico, hundido durante la noche del 14 al 15 de abril de 1912.
Veintisiete años después de aquellas primeras fotografías, publicadas por 'National Geographic', la misma revista muestra en su número de abril las imágenes más detalladas de los restos del “Titanic”, que se partió en dos durante el naufragio.
A punto de cumplirse 100 años del hundimiento más famoso de la historia, las nuevas tecnologías han permitido elaborar un fiel retrato del estado actual del “Titanic”. Las espectaculares imágenes han sido elaboradas a partir de los vídeos y fotografías que se tomaron durante una multimillonaria expedición de la Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), que se llevó a cabo en el verano de 2010.
La que mejor muestra cómo era el barco es un montaje de la proa elaborado a partir de 1.500 fotogramas grabados por tres sofisticados vehículos robóticos. Se trata de la parte más grande y que mejor se conserva del barco. Posteriormente, Ken Marshall ensambló los fotogramas para componer la imagen que, como si de un fantasma se tratara, refleja con gran detalle el estado en que quedó una parte de la nave.
La parte de la popa, sin embargo, está muy dañada y es casi irreconocible. En el reportaje de la revista también se muestran dos motores, que quedaron al descubierto a través de una brecha de la popa.
Los científicos de la WHOI han elaborado también el primer mapa completo del área del fondo marino en la que quedaron esparcidos los escombros. En el lecho marino aún es visible la huella que dejó la proa, la parte más grande, durante el hundimiento.
A primera vista, la zona en la que se encuentran los restos (y que ocupa una superficie de cinco por ocho kilómetros) recuerda a un paisaje lunar, con estrías y cráteres.
El fondo del océano es también el cementerio en el que descansan algunas de las alrededor de 1.500 víctimas mortales del “Titanic”.
El mapa, ayudará a los científicos a explorar el área y a protegerla como un sitio arqueológico. De hecho, la expedición ha sido financiada por la controvertida empresa RMST, Royal Mail Steamship Titanic, en español "Buque de vapor del Correo Real Titanic" (el 2º de un trío de transatlánticos conocidos como clase Olympic) muy criticada por algunos oceanógrafos por rescatar miles de objetos del barco. La compañía ha cambiado de estrategia y en los últimos años ha desarrollado algunos proyectos de colaboración con científicos para intentar preservar los restos del barco.
El “Titanic” fue, en su tiempo, el barco de pasajeros más grande y lujoso del mundo, y considerado "insumergible" según la prensa de entonces
El “Titanic” fue construido en los astilleros de Harland and Wolff, en Belfast (Irlanda del Norte).
El buque se diseñó usando algunas de las más avanzadas tecnologías disponibles en aquel tiempo, tales como mamparas herméticos que dividían el casco en 17 secciones independientes y que se creía que podían mantenerlo a flote en caso de rotura de una parte del casco, iba dotado de una potente estación de telegrafía, un nuevo diseño de hélice de tres palas.
El 10/04/1912, el “Titanic” inició su viaje inaugural partiendo desde Southampton (Inglaterra) con destino a Cherburgo (Francia), y luego a Nueva York, con 2.227 personas a bordo, y una de las causas del elevado número de víctimas fue que, a pesar de cumplir con todas las normativas marítimas de la época, el barco sólo llevaba botes salvavidas para 1.178 personas y aún así sólo se salvaron 705.
4 días más tarde, a las 23:40 del 14/04, el buque chocó con un iceberg al sur de las costas de Terranova, y se hundió a las 2:20 de la mañana del 15/04/1912, 1.517 personas muertas, y en esa época el peor desastre marítimo en tiempos de paz.

Ahora, en Belfast se abrió el museo Titanic Belfast, que ha costado 104 millones de euros, uno de los proyectos para generar turismo en Irlanda del Norte. Se espera que lidere el interés del público, y el objetivo es que reciba 125.000 visitantes al año de fuera de las islas Británicas.
Unas 100.000 personas procedentes de 20 países ya han reservado entradas con anticipación para visitar el edificio-exposición construido al lado de la rampa desde la que el transatlántico fue botado por los astilleros Harland y Wolff hace 1 siglo.
La fachada de este moderno centro de interpretación de seis plantas y 14.000 metros cuadrados tiene la forma de cuatro proas, todas de la misma altura que tenía el auténtico “Titanic” desde la quilla hasta la cubierta.
Ya en su interior, el visitante inicia un emocionante viaje por las nueve galerías de interpretación que explican la historia del mítico transatlántico, en su día el objeto móvil más grande del mundo.
Conmueve, por ejemplo, usar las pantallas modernas táctiles de la Galería 7 para conocer las consecuencias de la tragedia, recorrer la lista de pasajeros y encontrarse con el ocupante de primera clase Víctor Peñasco y Castellana, de 24 años, uno de los tres españoles que falleció en el hundimiento del Titanic el 15 de abril de 1915.
Antes de llegar a esa sección el visitante ha pasado ya por otras seis galerías en las que podrá pasearse por la Belfast de principios de siglo, ya agitada por su división religiosa y política, o participar en la construcción del Titanic.
Son las entrañas del mismo astillero, donde se puede vivir en primera persona todo el proceso en un recorrido por los muelles, con imágenes en vídeo filmadas hace cien años, modelos de tamaño real, sonidos de la época y donde también se puede percibir hasta los olores de ese entorno industrial.
Tras disfrutar de la botadura del Titanic en la galería 3, la 4 hará las delicias de los mitómanos, pues se recrea con todo tipo de detalles la vida a bordo del barco, con réplicas de los camerinos de primera, segunda o tercera clase y de la misma escalera donde Leonardo di Caprio esperó a Kate Winslet en la película de James Cameron.
De ahí se pasa a la galería 5, al "viaje inaugural" y a la ruta seguida por el Titanic hasta que su travesía se vio interrumpida en la madrugada del 15 de abril tras chocar con un iceberg frente a las costas de Terranova.
La galería 6 es, quizá, la más dramática de todas. Efectos visuales y sonoros de última generación reviven las últimas horas del buque, cuyo hundimiento causó 1.517 muertes.
El Belfast Titanic explora casi al final, en la galería 8, la leyenda creada en torno al barco a través de los reportajes de la época, de las películas que lo inmortalizaron o de la literatura que ha mantenido viva su magia.
El centro está cubierto con 3.000 paneles de aluminio y sus 6 plantas contienen 9 galerías que cuentan la historia del barco de vapor y del Belfast de 1900.
Hay también un paseo interactivo y filmaciones de los restos del “Titanic”, algunas de ellas nunca vistas antes.
Cerca del edificio se encuentra la oficina de Harland y Wolff donde fueron creados los planos del “Titanic”.
En el muelle está el restaurado transbordador del “Titanic”, el SS Nomadic, que transportaba a los pasajeros desde el puerto francés de Cherbourgo al “Titanic” y a su barco hermano, el Olympic.
El Nomadic volvió a Belfast en 2006, recuperado de un desguace después de haber terminado sus días como restaurante flotante sobre el Sena de París.

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