Finde multimedia: Lo +Xclusivo
Género: Comedia, Drama
País: USA
Dirección: Jodie Foster
Año: 2011
Intérpretes: Mel Gibson (Walter Black), Jodie Foster (Meredith Black), Anton Yelchin (Porter Black), Jennifer Lawrence (Norah), Cherry Jones (vicepresidenta), Riley Thomas Stewart (Henry)
Dirección: Jodie Foster
Año: 2011
Intérpretes: Mel Gibson (Walter Black), Jodie Foster (Meredith Black), Anton Yelchin (Porter Black), Jennifer Lawrence (Norah), Cherry Jones (vicepresidenta), Riley Thomas Stewart (Henry)
Sinopsis:
“El castor (The beaver)” cuenta la historia de un hombre inmerso en un viaje para redescubrir a su familia y reanudar su vida. Acosado por sus propios demonios, Walter Black fue en otro tiempo todo un triunfador, un ejecutivo de éxito de la industria juguetera y un feliz hombre de familia, pero ahora se halla enfermo y sufre una grave depresión. Intente lo que intente, no parece encontrar nada que le permita retomar el rumbo de su vida, hasta que irrumpe en ella una marioneta con forma de castor y consigue hallar la salida a su situación en esta marioneta. Walter trata al muñeco como una persona real, y siempre que ha de hablar con la gente, incluso con su propia familia, lo hace a través del castor. Al principio, a todos los que le conocen, les resulta muy divertida esta excentricidad, pero se dan cuenta de que esta situación puede llegar a ser perjudicial.
El castor trata sobre un hombre que camina por todas partes con una marioneta en la mano, y que trata como si fuera un ser humano, incluso como si tuviera sentimientos.
Con Gibson entregándose como si le fuera la vida y dejándose la piel en el intento de hacer creíble a este maníaco-depresivo que utiliza como voz de su resquebrajada conciencia a un castor de peluche, la película se transforma en un autorretrato doliente, el (falso) documental sobre un actor fracasado que pretende salir a flote con una terapia absurda, que no es otra que interpretar la tragedia de un hombre ridículo.
La película triste con un impostado final, donde la sabiduría de la directora reside en afrontar de cara el lado oscuro de la existencia.
Material tan frágil hubiera necesitado un director más arriesgado, menos preocupado por el qué dirán que Jodie Foster. De hecho, la película entronca con la soledad y la diferencia, pero también con esa radiografía de la familia disfuncional que es su segunda película, "A casa por vacaciones".
Su objetivo es hacer una película que defienda el consenso familiar en lugar de la locura y la libertad, y que busque simetrías imposibles entre padres e hijos, animales y hombres.
El castor trata sobre un hombre que camina por todas partes con una marioneta en la mano, y que trata como si fuera un ser humano, incluso como si tuviera sentimientos.
Con Gibson entregándose como si le fuera la vida y dejándose la piel en el intento de hacer creíble a este maníaco-depresivo que utiliza como voz de su resquebrajada conciencia a un castor de peluche, la película se transforma en un autorretrato doliente, el (falso) documental sobre un actor fracasado que pretende salir a flote con una terapia absurda, que no es otra que interpretar la tragedia de un hombre ridículo.
La película triste con un impostado final, donde la sabiduría de la directora reside en afrontar de cara el lado oscuro de la existencia.
Material tan frágil hubiera necesitado un director más arriesgado, menos preocupado por el qué dirán que Jodie Foster. De hecho, la película entronca con la soledad y la diferencia, pero también con esa radiografía de la familia disfuncional que es su segunda película, "A casa por vacaciones".
Su objetivo es hacer una película que defienda el consenso familiar en lugar de la locura y la libertad, y que busque simetrías imposibles entre padres e hijos, animales y hombres.
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